Capítulo 5
10-12 meses
Aprendizaje fácil y divertido.
A los 9 meses los bebés son muy buenos utilizando sus manos para sujetar cosas y guiando movimientos con sus manos. Esto significa que también pueden cepillar sus dientes. Por supuesto, no de manera perfecta ni solos, eso tendrá que esperar hasta que tengan entre seis y ocho años de edad, pero suficiente para hacer de la rutina del cuidado oral regular una aventura en la cual participar.
Cepillos de dientes especiales para el aprendizaje, como el MAM Training Brush, son ideales en esta fase: la forma y el material de la cabeza del cepillo están diseñados de manera que todas las áreas de la boca puedan ser alcanzadas fácilmente. El asa del cepillo es extra larga y diseñada especialmente para que los padres y los niños puedan guiar el cepillo conjuntamente.
Es importante que el ritual diario (para bebés 1 vez al día era suficiente, ahora es tiempo de ajustarse a dos veces al día) no es solo necesario sino también divertido, emocionante y lúdico. Los padres creativos tendrán suficientes ideas. Por ejemplo:
▪ Una rima para contar los dientes
▪ Una canción
▪ En compañía de sus peluches, quienes naturalmente también lavan sus dientes.
▪ Utilizando ilustraciones relacionadas al cuidado oral – un castor royendo madera o un conejo con su zanahoria.
▪ ejemplos demostrativos que enseñen que cepillarse los dientes es parte de la vida – siempre y en todas partes.
Buenos ejemplos forman buenos hábitos
La cosa más importante es que los padres, familiares y amigos cercanos den un buen ejemplo. Particularmente en los primeros tres años los bebés encuentran muy interesante la imitación. El comportamiento que tomen en esta fase tanto si es bueno como no, estará con ellos durante largo tiempo. Los niños deberían por tanto ver, cuando sea posible, cómo papá y mamá de manera regular cepillan sus dientes.
▪ La mejor técnica es: primero las superficies mordedoras, luego la parte externa, seguida de la parte interna. Así los niños tienen una ayuda en su memoria para la imitación.
▪ Vigile su dieta.
▪ Visite al dentista (y que le guste!)
Variación saludable en la comida del bebé.
Poco después del primer cumpleaños se aprende mucho y muy rápidamente, cada día. No sólo los padres están entusiasmados con este progreso sino que el niño también se siente orgulloso. El progreso también se hace con las comidas.
▪ Tomar por uno mismo es fácil. Tazas de entrenamiento desarrolladas con fisiólogos del desarrollo, como el “Learn to Drink” de MAM, ofrecen el apoyo ideal, promueven la coordinación y preparan para la transición al vaso o a la taza.
▪ Los bebés entrenan de manera óptima sus músculos faciales si aprenden a masticar temprano – de modo que ahora que más comida sólida puede añadirse al menú.
▪ Mientras mas comidas tenemos, más emocionantes resultan – los padres colaboran con el desarrollo del niño si practican morder y tragar diferentes tipos y consistencias de comidas con él.
▪ Y naturalmente, las comidas son mejores y más divertidas con la mayor cantidad de seres queridos en la mesa.
Los sabores pueden aprenderse
Tanto si los bebés se convierten comedores de chucherías o de comida balanceada, esto se decide durante el primer año. Depende de cómo los padres planifican las comidas.
▪ Los bebés aprenden que no todo es de su gusto antes de nacer- ellos experimentan diferentes sabores de la dieta de su madre del mismo modo que los niños que se alimentan de leche materna.
▪ Los padres que permiten a sus hijos experimentar y aceptar una variedad de sabores distintos, están sentando importantes bases para la salud del niño.
▪ Los sabores amargos y ácidos son los más difíciles al comienzo, pero frecuentemente esto tiene más que ver con la neofobia de la primera niñez (miedo a las cosas nuevas), que un rechazo real. Las preferencias son finalmente influenciadas por el aprendizaje y la experiencia.
▪ A los bebés les gustan los sabores que conocen, por esta razón los bebés alimentados con leche materna son más abiertos a nuevos sabores. La leche materna les da diversidad.
▪ Una preferencia por las cosas dulces es inherente. Los sabores dulces llevan al bebé de vuelta a ser amamantados y des dan una sensación de seguridad.
▪ Muchas cosas dulces no son saludables, y no solo para los dientes. Los bebés deberían primero acostumbrarse a otros sabores como frutas y vegetales antes de conseguir helado y caramelos.
▪ Esto aplica a las bebidas también: si una botella con contenido de azúcar es siempre fácil de tomar, las bacterias de los dientes están en su apogeo. Los jugos de frutas (la fructosa es un azúcar!) o las bebidas ácidas no son una buena alternativa. Lo mejor: agua o tés de hierbas neutras (te de frutas=ácido, y no es bueno a largo plazo).
▪ Con toda esta diversidad: los bebés no necesitan condimentos fuertes – con cinco veces más papilas gustativas que los adultos en sus bocas, ellos perciben los sabores con mayor intensidad.
Información Médica de MAM
La Dra. Yvonne Wagner, dentista de la Jena University Clinic y especialista en odontología preventiva sobre los suplementos dietéticos:
▪ Después del nacimiento, la profilaxis de vitamina K es recomendada (contra enfermedades hemorrágicas por deficiencia de vitamina K)
▪ Si los bebés no reciben suficiente luz solar, la vitamina D puede acabarse. Tabletas para el primer año hasta el segundo año mantienen los niveles altos.
▪ Utilice tabletas de flúor para la prevención de caries sólo si el agua de tomar y la pasta dental del bebé no tienen suficiente flúor. Su dentista podrá ayudarle en este sentido.
▪ Tabletas con vitaminas y otros minerales nutrientes generalmente no son necesarias, las investigaciones demuestran que la mayoría de los niños ya tienen cantidades adecuadas si sus dietas incluyen frutas y vegetales.
▪ Sólo tome vitaminas y flúor en consulta con su doctor.
